David Mateo Torres Quintero es un beneficiado más de la fundación que apoya Eduardo Tovilla. El pequeño tiene 1 año y 7 meses. Fue operado el 30 de noviembre de 2024 de ambos ojos, ya que sufría de estrabismo; afortunadamente, la operación resultó todo un éxito. Tuvimos la oportunidad de entrevistar a su mamá para que nos compartiera su historia.
Francisca Quintero nos contó que el problema visual de David fue detectado cuando él tenía 3 meses: uno de sus ojitos se desviaba. Lo llevó a un pediatra que le comentó que era normal en los bebés y que, con el paso de unos meses, el problema desaparecería; sin embargo, eso no pasó, así que buscó otra opinión. Le comentaron que David tenía estrabismo y que requería intervención quirúrgica para corregirlo.
Cuando le preguntamos si esta discapacidad visual afectaba la vida de David nos compartió que no, precisamente por su edad, pero que estaba consciente que, conforme él creciera, los inconvenientes serían más notorios. Por esta razón, cuando fueron contactados por el señor Arturo, un intermediario entre la fundación y diversos municipios de Puebla, quien busca candidatos de bajos recursos que puedan beneficiarse del apoyo del Doctor Toxqui y Eduardo Tovilla, no lo dudó ni un instante.
Desde que fueron contactados por la clínica del Doctor Toxqui el trato fue muy amable. En la primera consulta les dijeron que el estrabismo no se corregiría usando lentes, que David requeriría operarse. Como ya había tocado otras puertas para resolver el problema visual de David y sabía que la operación saldría muy cara, dijo que sí. La programación de la operación y la realización de la misma fueron muy rápidas.
De acuerdo con Francisca, después de la cirugía “las cosas mejoraron. Estéticamente, David se veía muy bien”. Ella se sintió aliviada porque la situación de su hijo le preocupaba mucho. “Hay muchos niños que son crueles y cuando salíamos muchos se burlaban de él. Él está pequeño y no sabe distinguir ese tipo de sentimientos. Como mamá, se siente uno muy mal”.
La mamá de David también nos hizo saber que desconfió un poco sobre si realmente recibiría el apoyo, pero este llegó desde el principio; por ejemplo, el presidente de Huaquechula, el municipio donde viven, se encargó del traslado a la ciudad de Puebla para las citas en la clínica. De igual manera, Francisca nos externó que, cuando la operación estaba cerca, tenía una mezcla de emociones; por un lado, se sentía esperanzada y, por el otro, estaba nerviosa, pues no sabía si todo iba a salir bien.
Después de la cirugía, la recuperación fue paulatina, pero complicada, más porque David sentía dolor, aunque era lo natural en ese tipo de cirugías. De hecho, según nos comentó Francisca, su hijo desarrolló una especie de trauma psicológico, ya que a todo le tenía miedo. Sí batallaron un poco, pero una vez transcurrida una semana y media, él comenzó a jugar y moverse más. En cuanto a su percepción visual del entorno no cambió mucho, antes y después de la operación les señalaba las cosas que quería sin inconvenientes.

La evolución fue muy rápida. David se comenzó a mover con más libertad, a gatear, a caminar. Asimismo, Francisca nos dijo que no creía que la operación hubiera sido innecesaria, sí notó una evolución positiva en el comportamiento de su hijo. Verlo bien le transmitió alivio, porque cuando lo operaron tenía sólo 1 año y 5 meses, así que el hecho de que estuviera tan pequeño también fue para ella una preocupación.
A un mes y medio de la operación, notamos que David se encuentra bien. Aunque durante la mayoría de la entrevista estuvo dormido, cuando despertó pudimos percibir que se encontraba bien. No es evidente que haya tenido estrabismo. Le comentamos eso a Francisca y nos reafirmó que la recuperación fue rápida, pero también difícil. Agregó que, aunque ya no vive con el papá de David, él ha estado al pendiente, y que los estuvo acompañando en el proceso posoperatorio en lo económico.
Al concluir la entrevista, reconocimos la persistencia y fortaleza de Francisca para apoyar a David y aprovechar al máximo la oportunidad que se les brindó. En relación con esta experiencia, Francisca alentó a otros padres y familias en situaciones similares a no dejarse paralizar por el miedo. “Aunque los pacientes sean muy pequeños, es mejor corregir el problema a tiempo”, aconsejó. Además, expresó su profunda gratitud hacia la clínica, el Doctor Toxqui y Eduardo Tovilla por el apoyo recibido.